Li Young Lee

A esta hora, lo que está muerto, está inquieto;
lo que está vivio, se calcina.

Que alguien le diga que ya se duerma.

Que alguien le diga al señor que me deje en paz.
Ya tuve suficiente de su amor
que se siente como una quemazón y un vuelo y una huida

jueves, 28 de marzo de 2013

Se vale andar

viernes, 18 de junio de 2010..publicado en otro blog que después cerré.

Se vale andar

Todavía. Es la respuesta que debí darle cuando me preguntó si aún escribo. Era mucho mejor al insipiente movimiento que salió de mí cabeza para afirmar que sí. No supe contestarle adecuadamente, al menos no como es justo. Lo hago sí, y con más miedo que antes porque he descubierto que mi trabajo sigue el mismo patrón de hace ya unos años. Me he encontrado con el hecho de que mi estilo persigue tanto o más que yo los lugares en los que he estado y las personas que me conocen. Aún así continuo haciéndolo. Escribir me da miedo y lo atribuyo a mi falta de constancia y técnica, pero insito, no siempre por cierto, pero tengo días en los que es fácil batallar y otros en los que el trabajo creativo no pasa de ideas, borradores o la frase inicial para un cuento. Parece que se puede subsanar el apego, a la manía de abrir un cuento según un patrón, por ello he diseñado el Blog: para obligarme a escribir, redactar, des-redactar, inventar palabras, gestos o lo que fuere en bien de mi estilo. También para crear nuevos espacios donde mi narrativa desahogue tanto como pueda la nostalgia. Me espera pues, la faena, pero es nada si lo comparo con el trabajo que Faulkner o Hemingway le han dedicado a su técnica. Se vale andar a tientas mientras buscas, así que si me permite, mi querido lector, voy a andar. Voy a andar mi querido amigo.

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