Li Young Lee

A esta hora, lo que está muerto, está inquieto;
lo que está vivio, se calcina.

Que alguien le diga que ya se duerma.

Que alguien le diga al señor que me deje en paz.
Ya tuve suficiente de su amor
que se siente como una quemazón y un vuelo y una huida

lunes, 13 de diciembre de 2010

Gas

Gas
Al sexto día Dios creó al hombre de arcilla, lo formó a imagen y semejanza suya. Al terminar su nueva creación, la contempló un momento y notó que tenía el rostro deforme. Llamó a Prometeo quien trabajaba el barro de forma exquisita y éste concluyó la obra. Al séptimo día, cuando Dios padre descansó, llegó a puerta del cielo un aviso de Prometeo y una cajita de madera con el primer hombre todavía crudo y sin vida:
Su ilustrísima, el mortal quedó perfectamente terminado, pero en casa no tengo fuego para encender el horno. Le ruego que me disculpe.