Li Young Lee

A esta hora, lo que está muerto, está inquieto;
lo que está vivio, se calcina.

Que alguien le diga que ya se duerma.

Que alguien le diga al señor que me deje en paz.
Ya tuve suficiente de su amor
que se siente como una quemazón y un vuelo y una huida

viernes, 28 de enero de 2011

Tecnología del arroba

                          Tecnología del arroba @
Mi madre, como toda buena mamá, se preocupa por mí y por mi futuro como docente. Tal es su angustia para conmigo que me ha tratado de conseguir labor en un pueblo de la sierra queretana.   Está interesada en que yo pase algún tiempo como maestra rural porque supone que después podré conseguir un mejor empleo en la ciudad.  En estos días ha llamado una tía para informarnos que hay vacantes en una secundaria que recién inicia sus actividades este semestre. La  escuela, aunque se encuentra a kilómetros de la metrópoli serrana, es una de las más reconocidas. Lo curioso es que  los asuntos con respecto al  puesto como profesora, se han tratado por internet y teléfono. Mi madre, que no es precisamente una persona que sepa navegar en la red, a limitado sus actividades matutinas a enviar correos a la oficina de recursos humanos en  dicha institución. La verdad, yo no sé cómo haga para disponer dichos mensajes porque por más que le he explicado que para dirigir un correo a alguna otra persona de la red, es necesaria una cosita llamada arroba, no me entiende. Yo no sé qué artilugios habrá hecho con la computadora pues no hace muchos días recibió contestación del director y ahora ya sabemos cuáles documentos debemos enviar para el empleo