Li Young Lee

A esta hora, lo que está muerto, está inquieto;
lo que está vivio, se calcina.

Que alguien le diga que ya se duerma.

Que alguien le diga al señor que me deje en paz.
Ya tuve suficiente de su amor
que se siente como una quemazón y un vuelo y una huida

jueves, 20 de enero de 2011

Fluidos

   
Ayer  la chica de las seis me contó sobre sus impetuosas relaciones amorosas.  Parecía novela pornográfica, con  detalles del hecho en cuestión y eso  que no la conozco;  si así fuera supongo que estaría obligada a narrarle también mis cuitas. Claro que yo no habría de ser tan explícita, al menos omitiría medidas. Como digo, fue explicita con la figura, los movimientos y los fluidos. Con eso último descubrí que no todos fluyen de la misma forma y que la consistencia depende del  pensamiento. Ella por supuesto, se deja llevar y fluye y sus fluidos (eso lo supongo únicamente) deben ser tan cristalinos como la baba de un nopal. Y qué hago yo pensando en los líquidos sexuales de una chica  a la que no conozco.  Por eso uno no debería contar nunca nada o al menos dejar de lado los momentos porno porque después, quien escucha, se lleva el cuerpo y la esencia de uno.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario